Los días 25 y 26 de septiembre, la República Oriental del Uruguay, festeja los "Días del Patrimonio", donde la hermosa tierra “celeste”, se viste de fiesta y abre sus puertas al público, en todos aquellos lugares gubernamentales y culturales que durante el año suelen estar cerrados a la gente, como la Suprema Corte de Justicia, en la Plaza Cagancha de Montevideo.
La idea en el Uruguay, la promueve el Arq. Luis Livni, presidente de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación durante el período de 1995 – 1996. Desde entonces ininterrumpidamente se festeja en toda la República Uruguaya.
Esto surge con el objetivo de difundir y consolidar el Patrimonio Cultural, así como también de crear una conciencia de solidaridad internacional en la protección del Patrimonio Cultural Mundial.
Este año, fue dedicado al teatro, homenajeando a figuras de la talla de Margarita Xirgu o Florencio Sánchez. Faltó incluir al gran Narciso (Chicho) Serrador, nacido en Montevideo, que hizo mucho teatro en Uruguay, junto a su madre, Pepita Serrador y Narciso Ibáñez Menta.
Me voy por las ramas. El motivo de este texto, es que me acerqué a Montevideo, porque fui a investigar al creador de la ciudad de Piriápolis, don Francisco Piria para su documental sobre su vida y obra.
Sobre todo, porque en este festejo, se abrían las puertas del hermosísimo palacio de estilo ecléctico historicista, que tuvo en Montevideo junto a su familia, la actual Suprema Corte de Justicia. Un lugar restaurado de manera brillante y lograda, manteniendo el esplendor de una “belle epoque”, donde se aprecia que don Piria tenía muy buen gusto y le gustaba rodearse de confort y belleza.
Allí saqué fotos, sorprendido porque no se veía ni una del antiguo dueño de casa. Sólo un cartel en la puerta “Aquí vivió Francisco Piria, creador de la ciudad de Piriápolis”.
Al otro día, acompañado de mi asistente de producción Mara Cardozo Fleitas, fuimos a la magnífica Piriápolis. Donde visitamos el primer hotel que tuvo la ciudad, hoy un actual colegio de enseñanza primaria, fuimos bien recibidos por la simpática guía turística María Fumero, que nos enseñó y contó de lo bien tratados que son los niños que acuden a él, y que salen mejor de cuando llegaron. Parece que el aire y la buena energía piriapolense ayuda y mucho.
Entramos al Argentino Hotel, encontramos a Pablo Reborido, que estaba realizando la guía turística del hotel. Con una memoria envidiable, nos contaba los secretos de este lugar, con profusión de detalles y fechas exactas, ya que él es profesor de matemática y un fan de la obra de Piria como nosotros.
Luego fuimos a recorrer la ciudad hasta la casa de Lorenzo Piria, actualmente un museo de arte (la casa preferida de Mara), nos atendió su amable dueño argentino, que nos contó algo que ocurre en su amada ciudad. La invasión de emprendimientos inmobiliarios que destruyen edificios históricos para nuevos y modernos edificios, a diferencia de otras ciudades que mantienen la estructura original. En mi ciudad Buenos Aires, también pasa esto. Hay que respetar el patrimonio, es nuestra lucha.
Este es el espíritu que hubiera querido don Francisco Piria, que sea una ciudad pujante, respetando el patrimonio cultural, la ecología, el bienestar y la salud de todos los habitantes.
Es el mensaje que queremos dejar en nuestro homenaje audiovisual en el documental “Ciudadano Piria”.
http://ciudadanopiria.blogspot.com/
PD: El día 22 de octubre de 2010, se proyectará “Nadie Inquietó Más”, documental sobre Narciso Ibáñez Menta, en la ciudad de Montevideo, en el transcurso del Festival Audiovisual de los Cronistas de Cine del Uruguay.
http://nadieinquietomas.blogspot.com/
Cordiales saludos,
Gustavo Leonel Mendoza
